lunes, 7 de noviembre de 2011

BBC Mundo: Maickel Melamed, un verdadero ganador

Puede que al venezolano Maickel Melamed las más de 15 horas que tardó en cruzar la meta no le hayan servido para llegar primero, pero sí para acabar obteniendo una victoria en la Maratón de Nueva York, reseña hoy BBC Mundo.
Con un impedimento motor por una complicación en el parto, Melamed, de 36 años, cruzó la meta de madrugada.
No estaba solo. Centenares de seguidores, la mayoría venezolanos, lo recibieron como a un auténtico héroe cantando el himno venezolano.
“Dedicado a todos aquellos que creen, sueñan y van en búsqueda de sus sueños”, dijo Melamed en la meta.
“Llevamos tres años soñando con esto, pero nunca, nunca, nunca en mi más remoto sueño imaginé que esto fuera compartido con tanta gente”, dijo el atleta, rodeado de sus familiares, colaboradores y una multitud de seguidores.
Pero también tuvo tiempo para bromear. Incluso dijo que lo más difícil de su carrera no fue la competencia, sino la perspectiva de tener que sacarse los zapatos.
“Nada es tan grande como para no intentarlo”
“Nada es tan grande como para no intentarlo” fue el lema con el que se enfrentó al reto de hacer una maratón pese a las evidentes dificultades que tiene incluso para andar.
Y no sólo lo intentó. Gracias a una voluntad de hierro, lo consiguió.
Aunque según él mismo declaraba, cruzar la meta no era el único objetivo, sino convertirse en un ejemplo y transmitir el mensaje de que la voluntad puede con todo.
“Esta maratón es la plataforma internacional perfecta para traer un mensaje, un lugar donde fluye mucha gente de muchos países con deseos de lograr cosas”, dijo Melamed antes de iniciar la prueba.
Pese a que es cierto que el keniata Geoffrey Mutai llegó primero, y no deja de ser verdad que Melamed lo hizo con un tiempo con el que nunca nadie antes había recorrido los más de 42 kilómetros de una maratón, quien más ganó fue el venezolano.
#vamosMaickel
En la red social Twitter, la etiqueta “vamosMaickel” no para. Muchos para citar algunas de las frases de quien es casi un icono de la fuerza de voluntad.
No en vano, cuando nació, los médicos no le daban más de una semana de vida.
El cordón umbilical prácticamente lo estranguló, hasta el punto que dejó su cuerpo hasta siete minutos casi sin oxígeno.
Para los médicos, su cuerpo había quedado inservible. Le diagnosticaron “retraso motor”.
Pero según su propio relato, no quería conformarse con ser alguien “especial”. Estudió economía, vivió solo en Londres y se hizo psicoterapeuta Gestalt.
Durante más de diez años se ha dedicado a ofrecer charlas motivacionales por diferentes países de América Latina y Estados Unidos.
Y como demostró en Nueva York, se dedica a hacer que cunda el ejemplo.

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